El
tema de los grados es un asunto bastante controvertido en el
mundo de las artes marciales. Cada artista marcial hace una
valoración personal de la importancia que pueda tener un grado, pero
existen ciertas corrientes de pensamiento, en ocasiones erróneas.
Queremos poner de manifiesto 4 cuestiones que a veces se dan por
ciertas, y mostrar, tras un breve análisis, que tal vez y a nuestro
juicio, no lo son. Completaremos esta reflexión con lo que
consideramos una de las pocas afirmaciones ciertas que pueden hacerse
en relación a los grados.
1. El
Cinturón Negro acredita la maestría
Rotundamente
falso. El neófito puede tender a pensar que un Cinturón Negro
de cualquier arte marcial es un conocedor profundo del sistema, que
ha alcanzado las más altas cotas marciales. En definitiva, un
maestro. Pero todos sabemos que no es así. Empleando el símil de la
carpintería, el Cinturón Negro no tiene nada que ver con ser un
maestro carpintero, sino más bien con el aprendiz que sabe
cortar con el serrucho, que puede clavar una puntilla, y que dispone
de las habilidades necesarias para empezar a aprender el oficio, pero
que aún no sabe fabricar un mueble. Un Cinturón Negro no es un
artista marcial completo, es un primer paso de un proyecto de
artista marcial que echa a andar.
2. A
mayor grado, mayor nivel técnico
En
el centro un Cinturón Rojo, asociado al 10º Dan. A la izquierda un
Cinturón Rojo y Blanco, usado por altos grados. A la derecha un
Cinturón Negro.
Pues,
en los grados más altos, desde luego que no. El grado no
representa solamente el nivel técnico. Al principio, en cinturones
bajos, es posible. En estos casos la técnica puede ser el ámbito
más importante del examen, y el color del cinturón reflejará en
buena medida la capacidad técnica, aunque hay otras cosas. Pero
según avanzamos, y especialmente a partir de grados como 4º o
5º Dan, el nivel técnico puede presuponerse, puesto que no se
habría llegado hasta ahí sin él. En general, además de la técnica
se tienen en cuenta otros factores, como la dedicación al arte en
cuestión, los conocimientos adquiridos durante los años de
práctica, la trayectoria como artista marcial y como profesor (si la
hubiera), etc… Y hay que señalar que, normalmente, a mayor grado
más edad y por tanto menos facultades físicas, que repercuten en la
técnica. Es muy probable que un 3er Dan de 25 años exhiba una
técnica más precisa que un 8º Dan de 80 años. ¿O no? Por tanto
recuerda: cuando veas a algún maestro con un alto grado
ejecutando técnicas y alguien te diga “no tiene nivel para ser 6º
Dan, un 3er. Dan es mejor”, deberías preguntarte de qué
estáis hablando realmente.
3. Los
grados “oficiales” son los que tienen valor real
La
validez oficial de los diplomas y grados es relativa, y suele
circunscribirse únicamente a una asociación o un país concretos.
Se
habla de que los grados federativos son oficiales. Y es cierto.
Tienen validez en oposiciones, promoción dentro de las
administraciones públicas, etc… Están avalados por las
federaciones deportivas correspondientes y/o el Consejo Superior de
Deportes. Y ésta es la clave: federaciones deportivas y Consejo
Superior de Deportes. Las artes marciales, para muchos, no son un
deporte. Y existe cierta incongruencia en que un ente deportivo
otrogue grados marciales. Además, el ámbito territorial de estos
diplomas “oficiales” es únicamente nacional. Por ejemplo, si un
karateka español con un 4ºDan por la Federación Español de
Karate va a Japón, podrá pedir a la Federación Japonesa una
convalidación de su grado allí, pero tal vez no se lo reconozcan. O
le reconozcan solamente el 1er Dan. Hay convenios con algunos países,
pero no es nada universal, ni mucho menos.
Por
otro lado, la falta de regularización permite que una asociación
otorgue sus propios grados, con validez solamente en el seno de esta
organización, pero que también serán “oficiales” si la
asociación está debidamente registrada. Probablemente no
servirán para obtener puntos en unas oposiciones, pero tienen
todo el valor que el practicante quiera darles. Para un artista
marcial, puede tener mucho más valor un grado reconocido por un
maestro de prestigio internacional que por un tribunal federativo.
Y
todo ello sin nombrar aquellas artes marciales que no se encuentran
incluidas como disciplina asociada a ninguna federación, lo que
imposibilita la obtención de un diploma oficial. ¿Quién
otorga los grados “oficiales” de Krav Maga? ¿Los cinturones y
danes de Aikido no tienen validez?
Ojo,
hablamos de grados, no de titulaciones de enseñanza. Éstas ya han
sido reguladas por el estado y solamente pueden ser otorgadas por la
administración pública.
4. Un
alto grado es un buen maestro
O
no. Un buen maestro suele ser un alto grado, pero no lo es
necesariamente. Del mismo modo, un alto grado puede ser un buen
maestro, pero también puede no serlo.
Ser
un buen maestro seguramente requiere del nivel técnico, de
conocimiento y experiencia marcial que puede asociarse a un grado
alto, pero también de cualidades que nada tiene que ver directamente
con las artes marciales: vocación de enseñar, habilidades de
comunicación, capacidad para dirigir un proceso de aprendizaje… No
todo el mundo sabe transmitir sus conocimientos, su experiencia, sus
sensaciones… ni inculcar los valores por los que se rige su vida.
Los que sí saben hacerlo… esos son los buenos maestros.
En
definitiva, podemos decir sin temor a equivocarnos que los grados
tienen el valor que les queramos dar, pero el
que manda de verdad es el tatami.
La manera de comportarse, la comprensión de la práctica, la
ejecución de la técnica, lo que uno transmite en el tatami… es
imposible sustituir todo esto por un diploma, un carnet o un cinturón
de colores.
Teniendo en
cuenta todos estos factores… ¿a quién le importa el grado?
Juan
Antonio García Ruiz
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