El Kalarippayatt es un arte marcial originario del sur de la India alrededor del siglo 5 a.C. Fue institucionalizado por dos sabios eruditos en dos distintas corrientes, Shree Dev Sutri Patanjali quien impuso dentro de esta doctrina toda la parte vestibular que antecede a la formación ritualística y yóguica, y Sripada ShriVallabha, quien estableció todos los movimientos de conducta, y las formaciones estratégicas al mando de ofensiva y defensiva grupal formando las primeras filas de ejércitos de la isla de Kerala al sur de la India.

El entrenamiento en este arte marcial está compuesto de cuatro frases progresivas: ejercicios de control corporal, armas de madera, armas de metal y combate desarmado. También forman parte de él una vertiente sanadora, practicada por el maestro, y otra religiosa y ritualística.
Su práctica estuvo prohibida durante parte de la ocupación británica pero siguió realizándose clandestinamente en templos.
El Kalaripayat esta íntimamente regido por la adoración a ciertos dioses del hinduismo, tal es el caso de Kali, Chandi, y Durga, diosas que tienen fuertes simbolismos sobre actos bélicos y divinos. Épicamente se monta una relevancia metafórica en donde se marca que el kalaripayatu es la danza de una golondrina que pica desde lo alto del cielo, el tigre que lacera la piel y rasga los músculos, rompiendo huesos, y la serpiente que ondula, hipnotiza, muerde, envenena y mata.

El Kalarippayatt según sabios eruditos y fuentes históricas reveladoras indican que el Kalarippayatt es el arte marcial madre, de donde provinieron todas las técnicas refinadas y especializadas, enseñadas por las demás Artes Marciales. Un dato de importancia histórica indica que el maestro Bodhidharma, fundador del Budismo en China originario de la India, transportó consigo el Kalaripayatt a China, Japón y Corea del Sur para difundirlo en los monjes budistas chinos, de ahí surgió el tan aflamado estilo bélico de los monjes shaolin y la flexibilidad y la agilidad de los practicantes. También es considerado históricamente dentro del Sikhismo como arte marcial madre de la Gatka (arte marcial sikh). Lo que sigue es aún más espectacular: bajo la alta dirección del Maestro. Los alumnos chorreando de sudor van a entrenarse con las diversas y numerosas armas del Kalaripayat. Entre los puñales, los sables y los bastones se encuentra el extraño urimi, un tipo de espada-látigo hecha de tres cintas de tres centímetros de ancho y dos metros de largo. Practican también las técnicas de ataque de los puntos vitales, golpear, agarrar o picar para neutralizar al adversario. Según la tradición hindú, estos puntos guardados en secreto por los Maestros, son los puntos de unión de los vasos sanguíneos, de los ligamentos y de los circuitos nerviosos.
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