AIKIDO

ORIGEN Y FILOSOFIA

      El aikido ("el camino de la energía y la armonía") es un arte marcial moderno de Japón. Fue desarrollado por Morihei Ueshiba (1883-1969), aproximadamente entre la década de 1930 y la década de 1960.
La característica fundamental del Aikido es la búsqueda de la armonización-neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin lastimarlo, a menos que sea necesario; propiciando la educación del instinto propio, y la auto-reflexión-evolución del oponente. En lugar de destruirle o humillarle; buscando a su vez el propio crecimiento personal como parte del budo.
El gran maestro (llamado también O-sensei) Morihei Ueshiba desarrolló el Aikido tras estudiar en varias escuelas de artes marciales de combate con y sin armas; entre ellas están: Hōzōin-ryū Sojutsu(Lanza) Tenjin Shin' Yo Ryu Jujutsu con Tokusaburo Tozawa en 1901, Gozo-Ha Yagyu Shingan Ryu kenjutsu (sable) con Masakatsu Nakai entre 1903 y 1908, Judo con Kiyoichi Takagi en 1911 y Daitō-ryū aiki-jutsu con Sōkaku Takeda desde 1915 hasta 1937. Ueshiba fue uno de los discípulos más destacados del maestro Sokaku Takeda .
Las fuentes técnicas y tácticas principales desde las cuales Morihei Ueshiba desarrolló el Aikido fueron el Daitō Ryū jujutsu (lucha), el Yagyu Ryu kenjutsu (sable) y el Hōzōin-ryū Sojutsu (lanza).
Filosóficamente, se basa en la religión "Omoto" (gran origen), una secta neo-sintoísta fundada a finales del siglo XIX por una mujer de nombre Nao Deguchi y propagada a comienzos del siglo XX por su yerno, Onisaburo Deguchi, la cual tuvo una influencia importante en el pensamiento de Ueshiba desde el año 1919.
La denominación del arte de Morihei Ueshiba como "Aikido" data oficialmente del año 1942 y se origina en una reorganización de la Dai Nihon Butokukai, una entidad fundada en 1895 con el fin de promover las artes marciales del Japón. La difusión internacional del Aikido comenzó después de la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente se le conoció como Aikibudo, del que quedan algunas variantes modernas en Holanda y otros países de Europa.


HISTORIA


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       Para hablar de la historia del Aikido tenemos que hablar de su fundador. El 14 de diciembre de 1883, en el distrito de Motomachi, de la ciudad de Tanabe, en la prefectura de Uakayama, Japón, Morihei Ueshiba nació a este mundo como el cuarto hijo de Yoroku y Yuki Ueshiba. Un niño educado y sensible. Su temprana vida estuvo ensombrecida por la enfermedad. Frecuentemente soñaba despierto, identificándose con las historias milagrosas del gran maestro budista Kobo Daiishi, de la región cercana de Kumano. A la edad de siete años comenzó los estudios de los clásicos chinos en una escuela privada de la secta Shingon del budismo. Estudió profundamente para su edad, teniendo extraordinario interés por las medicaciones, encantamientos y oraciones de aquella secta esotérica. Su padre, interesado en que le joven Morihei no fuera sobrepasado por sus propósitos mentales, también lo animó a disciplinarse y fortalecer su cuerpo a través de la práctica de la lucha sumo y la natación. Durante los años que siguieron el joven Ueshiba recibió excelente instrucción en la escuela elemental de Tanabe, desarrollando un espíritu fino mientras su cuerpo crecía saludable y fuerte. En la escuela intermedia para estudiantes (13 a 17 años) tomó lecciones privadas del uso del ábaco. Poco después de un año, su progreso fue tan importante que se convirtió en el asistente del instructor de la escuela de ábaco. Ueshiba se mudó a Tokio en la primavera de 1901 y estableció la Compañía Ueshiba, un almacén grande que empleaba a varios vendedores. Mientras tanto un poderoso interés en el Budo había nacido en él, y estando en Tokio estudió en la escuela Kitoryu de Koryu ju-jutsu, combate sin armas, y en la escuela Shinkage de kenjutsu, técnicas de esgrima. Sin embargo, la enfermedad tocó nuevamente su vida y luego de poner el negocio en manos de sus empleados, retornó a su hogar en Tanabe para la convalecencia. Luego de su recuperación, Ueshiba se casó con Hatsu Itokawa a quien conocía desde su niñez. Su actitud de profunda responsabilidad social, impresa en él por su padre, se hizo más fuerte al asumir las responsabilidades de la vida familiar. Y creyendo que el cambio sólo podía ocurrir a través de la acción, Ueshiba se vio envuelto en varias reformas sociales. Al ser impuesta una nueva ley de pesca que favorecía a las grandes flotas comerciales, en detrimento de los pequeños pescadores, entre los que se contaban aquellos de su distrito, Ueshiba se opone uniéndose a la campaña para revisarla y participa en el “incidente de Isso”, una manifestación de protesta llevada a cabo en la pequeña aldea pescadora de Isso. Con su ayuda se solucionó el problema, al tiempo que se hizo famoso. A los veinte años se enlistó como militar y sirvió en el regimiento 37 de la cuarta división de Osaka. Su actitud sincera y trabajadora, su extraordinaria habilidad, llamaron rápidamente la atención de sus superiores.

osensei2Fácilmente considerado el mejor bayonetista del regimiento, sus técnicas eran tan rápidas y limpias que aún el más cercano escrutinio de los jueces no podía detectar de que manera cada oponente de Ueshiba salía volando inmediatamente. Durante la guerra ruso-japonesa, las historias que contaban sus camaradas sobre su gran coraje bajo fuego le convirtieron en una leyenda viviente. Entre las tropas era llamado respetuosamente “el soldado kami”. Reconocido su talento y capacidad para transformarse en un futuro general, sus superiores lo urgieron a asistir a la escuela de entrenamiento para oficiales, pero a causa de la situación en su hogar Ueshiba dejó a los militares luego de cuatro años de enlistamiento. Durante este tiempo, además de la admiración y el respeto de todos aquellos que sirvieron con él, obtuvo el certificado de la escuela Yagyu de esgrima, estudio que practicaba en las horas fuera de servicio.
Luego de regresar a Tanabe, canalizó su habilidad y energía en el servicio social, trabajando duramente en favor del beneficio público. Obtuvo popularidad entre el pueblo por su honestidad y devoción. En 1912 el gobierno japonés anunció el comienzo del “proyecto Hokaido” animando al pueblo a establecerse en la isla del extremo norte, no desarrollada. El espacio adicional y las nuevas tierras de cultivo eran necesarias para el bienestar de la nación. Además los rusos estaban mostrando interés en este lugar estratégico. La aventura de una nueva vida y su devoción al Japón desafiaron nuevamente a Ueshiba. De modo que a la edad de 29 años él organizó un grupo de 80 personas provenientes de 54 familias de la zona y juntos se mudaron a la aldea de Shirataki, en el condado Monbetsu de Hokaido. La tierra fría era dura e inhospitalaria. Recia para producir con los esfuerzos de los nuevos pobladores. Fueron acosados por tormentas y nieves pesadas que hacían imposibles sus intentos de establecerse. Trataron de limpiar la tierra para el cultivo pero las lluvias frías los empujaban a sus refugios construidos en forma precipitada. El progreso fue lento y el precio pagado en tiempo y sufrimiento fue alto. Los dos primeros años trajeron pobres cosechas y muchas dificultades. Los ánimos estaban bajos pero Ueshiba estimuló a todos dando un ejemplo con su optimismo y su trabajo constante en el establecimiento, y su propósito determinado en las negociaciones para obtener fondos de cada posible fuente. Dos años más tarde la tierra produjo su cosecha, largamente esperada, y el pueblo comenzó a sentir que la permanencia era posible. Cada uno de los proyectos fueron obtenidos: el cultivo de menta, la cría de ganado y la granja lechera. Todos basados en el plan de Ueshiba, probaron ser importantes factores en el desarrollo de Shirataki. La aldea cobró nueva vida. El pueblo comenzó a llamar a Ueshiba “el rey de Shirataki”, y cuando tenían problemas llegaban a él en busca de consejo y ayuda. Sirvió como miembro del consejo de la aldea y asistió a una excavación exploratoria para encontrar recursos minerales. En 1915 conoció a Segaku Takeda, maestro de la escuela de Ju-jutsu Dayto ryu, quien tuvo ocasionalmente que pasar por la región. Ueshiba se mostró impresionado por la técnica de Takeda y continuó en busca del Budo con el estudio del Dayto ryu. En noviembre de ese año, para su 36º aniversario, recibió noticias de que su padre se hallaba en condición crítica. Dejando Hokaido, entregó todas sus pertenencias al maestro Takeda por su aprecio y por todo lo que le había enseñado. Partió de regreso a Tanabe, pero fue desviado de su camino por ciertas historias referidas a un hombre llamado Onisaburo Deguchi, de la nueva secta de Shinto Omotokio. Deguchi era el maestro de la práctica espiritual llamada Chin Kon Kishin, un camino de comunicación con el espíritu divino de Kami, a través de la concentrada meditación. Con la esperanza de un milagro Ueshiba fue a Ayabe, cerca de Kioto, para decir oraciones que aliviaran la crítica condición de su padre. Ya cerca de Tanabe se enteró de que su padre había muerto. Su pena fue profunda y se sumergió más y más tiempo en oración y meditación. Pronto, los pensamientos de Ueshiba retornaron a la bondad de Deguchi y su aproximación revolucionaria a las enseñanzas espirituales tradicionales. Se mudó a Ayabe y entró en la vida religiosa de Omotokio. Deguchi amaba y respetaba a Ueshiba y le invistió de mucha autoridad y responsabilidad. Deguchi le dijo: – Usted debería hacer del Budo su vida, usted tiene la fuerza para mover las montañas. Hágalo. Actuando sobre este consejo el fundador abrió la escuela Ueshiba de artes marciales. Enseñó mayormente a los que tenían alguna conexión con la Omotokio, pero su fama como artista marcial rápidamente se extendió entre otras personas. Limpió y cultivó la tierra cerca del principal hall de Omotokio, conduciendo su vida como granjero autosuficiente, y puso en práctica sus ideas sobre la unidad esencial del Budo. Estudió Koto-dama, la vibración y el poder de cada unisílabo, el sonido de cada unisílabo que tiene influencia única y propia, tanto en el mundo espiritual como en el físico. La función espiritual del sonido fue un aspecto principal en su búsqueda del espíritu verdadero del Budo y en forma gradual comenzó a lograr la unidad de espíritu, mente y cuerpo. En 1923, el fundador oficialmente denominó a su arte Aikibujutsu. Aiki-bu-jutsu, mezcla del espíritu basado en el movimiento marcial clásico. Jutsu es técnica, opuesta a Do, que es el camino o medio. Al siguiente año acompañó a Deguchi a Manchuria buscando un lugar que sirviera como el centro espiritual para un mundo cooperativo del pueblo de las cinco razas y colores. La visión de la Omotokio, se basaba en la idea de que todas las enseñanzas se desarrollan en un sólo origen. Su camino los guió por muchos encuentros tensos con bandidos armados y soldados profesionales. Durante este tiempo el fundador había llegado a un nivel tan avanzado de alerta espiritual que aún cuando fuera atacado con una arma de fuego él podía anticipar la agresión en forma de un perceptible punto de luz que precedía a la bala inmediatamente. Luego describió su experiencia: “Antes de que el oponente pueda disparar el gatillo su intención de matar se conforma en una pelota de luz espiritual que vuela hacia mí. Si yo evado esta pelota de luz, ninguna bala puede tocarme”. Luego de retornar al Japón en 1925, el fundador se dedicó a obtener la maestría en el arte de la Danza. Practicó día y noche utilizando sus propios métodos de entrenamiento físico y purificación espiritual al tiempo que su práctica alcanzaba niveles más altos, su habilidad marcial tomó una cualidad casi sobrehumana. En la culminación de un período de entrenamiento intenso particular, durante una práctica de meditación-purificación, tuvo la revelación que había estado buscando toda su vida. En aquel momento, al tiempo que el espíritu del universo se apoderó de su cuerpo con una luz dorada intermitente, tomó la esencia del Ki, que íntimamente le permitió comprender el proceso del universo y que la fuente del Budo es el espíritu de protección de todas las cosas. Budo no es para derrotar al oponente por su propia fuerza, no es tampoco la herramienta para conducir al mundo a la destrucción por las armas. “El verdadero Budo es aceptar el espíritu del universo, mantener la paz del mundo, producir correctamente, proteger y cultivar a todos los seres en la naturaleza”.( Morihei Ueshiba). Mientras él se dedicaba a sí mismo a estudios más avanzados y al establecimiento del nuevo camino del Budo, el nombre de Morihei Ueshiba y la palabra de su increíble habilidad se extendió en los círculos del Budo a través del Japón. Viajó por el país enseñando Aikido. Gentes de todos los caminos de la vida se acercaron en busca de su guía. Con la ayuda de muchos mecenas, en 1930, el entrenamiento temporario fue extendido para incluir un espacio de tatami de más de 1.400 pies cuadrados. Este hall de entrenamiento fue llamado Kobu-Kan Dojo. Dojo: el lugar donde es estudiado el camino; Kobukan indica una búsqueda de la verdad trascendiendo una conciencia humana ordinaria.

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      Fue ubicado en el distrito Wakamatsu de Shinjiuku, Tokio. Aquel año Shigoro Kano, el fundador del Judo Kodokan visitó a Ueshiba en el Dojo. Luego de ver la habilidad suprema del maestro Ueshiba dijo: “Éste es mi ideal en Budo”. Y envió a dos de sus estudiantes a estudiar. Muchos jóvenes practicantes de judo vinieron a estudiar a la escuela de Ueshiba. Uno de ellos fue Kenji Tomiki, el guía del Judo-club en la universidad de Waseda. Tomiki, posteriormente desarrolló un aikijutsu fuera del Aikido que incluyó competencias. Al mismo tiempo, Gozo Shioda, el gran maestro del Aikido Yoshintan estudió como aprendiz del fundador. No fue fácil para los miembros del público general unirse al Dojo. Sólo aquellos con recomendaciones de dos garantes confiables podían entrar como estudiantes. La práctica era tan intensa y rigurosa que el dojo ganó el apodo del “dojo del infierno”. Muchas personas famosas, guías en lo militar, gobierno, negocios, educación y artes, entraron en la escuela de Ueshiba. Y a través de estos contactos el maestro enseñó a la fuerza policial y se conectó con la corte imperial. En 1932, el maestro Ueshiba se encontró muy ocupado enseñando y dando demostraciones del arte. Sucursales del dojo fueron establecidas en otras partes de Tokio, Osaka y Kioto. Aikido se expandió muy rápidamente por todo el país.
En 1942, cuando el esfuerzo de guerra se intensificó, Ueshiba se encontró conflictuado gravemente por la disparidad entre sus ideas de la cooperación del mundo y el estado que presentaban las relaciones mundiales. Acompañado por su esposa Hatsu, se fue al pueblo de Iwama, en la prefectura de Ibaraki, y de nuevo comenzó a limpiar la tierra para cultivar. Allí construyó el dojo al aire libre y un santuario Aiki que sirviera como refugio espiritual. El fundador dijo en aquél momento: “Hay cada vez más y más personas entre los militares que son descuidados e indiscriminados con su poder. Han olvidado la importancia de ayudar al pueblo. Un grupo de idiotas se han ensoberbecido, extendiendo su violencia, sus mentes cerradas y su desenfrenada destrucción de la vida. No liberan de sufrimiento. ¡Qué idiotas en ir contra la naturaleza, contra la voluntad de Kami! El camino del Budo es poner nueva vida en la fuerza de vida original y universal que da nacimiento a todas las cosas. Armonía, amor y cortesía son esenciales para el verdadero Budo, pero la gente que está en el poder en estos días están solamente interesados en jugar con las armas. Ellos representan malamente al Budo como una herramienta para las luchas de poder, violencia y destrucción. Y quieren hacer uso de mí para lograr este fin. Estoy cansado de esta estupidez y no tengo intención de permitirles transformarme en su herramienta. Yo no veo otro camino que ir a retiro”. El fundador sostuvo fuertemente su propia creencia y enseñó a todos los que quisieran escucharlo. El camino o la senda del Budo está fundada en la unión del Budo y de la granja. Es esencial que se ponga en práctica la producción de la fuerza de vida a través del Takemusu Aiki. Durante y luego de la segunda guerra mundial el fundador se dedicó a la granja y buscó la perfección del Takemusu Aiki, su ideal. Esperando profundamente en su corazón estaba la creencia de que el camino del Budo es el camino de la compasión, la tarea del verdadero samurai es hacer el mundo fértil para la paz y proteger la vida. En su pena por el sufrimiento y la destrucción causada por el conflicto pasó largas horas en oración. El maestro Ueshiba alcanzó niveles de alerta espiritual obtenidos por pocos, pero continuó todavía su búsqueda por el poder de la verdad. No teniendo virtualmente entradas de dinero vivió en extrema pobreza, entrenando cuerpo y espíritu y trabajando la tierra. En 1948 Japón estaba volviendo a pararse luego del caos de la guerra. Hasta aquel momento el cuartel general de las fuerzas de ocupación americanas había prohibido toda enseñanza del Budo. Por la causa del énfasis en la paz y en la búsqueda de la verdad, Aikido fue permitido y reasumió una activa parte en la sociedad. El nombre fue cambiado de Kobukan a la fundación Aikikai, y fue guiada por el hijo del fundador, Kishomaru Ueshiba. Una vez más la actividad comenzó y las enseñanzas de Aikido se extendieron por el público en general. El fundador, respetuosamente llamado O’Sensei, gran maestro, estaba todavía en Iwama, llevando una vida de Budo y de granja., mientras continuaba orando por la paz mundial. De tiempo en tiempo venía a Tokio, a pedido de sus estudiantes, para dar conferencias sobre los principios del Aikido y enseñar técnica. En 1959, como público reconocimiento al Aikido, la fama de O’Sensei se extendió a través de Japón y el extranjero. Hubo un marcado aumento del número de personas que llegaron al Dojo buscando instrucción y algunos estudiantes principales comenzaron a tomar parte activa en la enseñanza fuera de las fronteras. Todos los que fueron tocados por O’Sensei sintieron que sus corazones quedaron limpios por su nobleza y fuerza espiritual. La radiante pureza de su compasión e interés hizo que nos avergonzáramos profundamente por las agresiones egoístas que encontrábamos en nosotros mismos. Mientras Japón estaba en la prosecución de su política económica de crecimiento acelerado, hubo muchas personas que lucharon contra la pobreza para llevar al público el Aikido de O’Sensei, una oración viviente por la armonía, la paz y el amor a escala mundial incomparable en la historia del Budo. Entre éstos estuvieron Kisaburo Osawa, Shigenobu Okumura, Hiroshi Tada, Sadateru Arikawa, todos ellos hoy los más viejos shihan, instructores de Aikido. Ellos trabajaron devotamente detrás de escena, en el principal dojo de Tokio, ayudando a Kishomaru Ueshiba. Especial mención debe ser hecha de Seigo Yamaguchi quién abandonó una promisoria carrera y vivió en la pobreza para ayudar a la expansión del Aikido. Otro shihan Morihiro Saito sirvió para la importante función de tomar a su cargo a O’Sensei en Iwama. Koichi Tohei introdujo por primera vez las enseñanzas de Aikido en los E.E.U.U. Muchos shihanes
gastaron su tiempo y dinero en abrir sucursales a través de Japón.

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       Hubo muchas personas de altos cargos e influyentes, de elevado status social y riqueza que contribuyeron al crecimiento de Aikido y su asistencia fue invalorable. Pero no debemos olvidar los esfuerzos de individuos anónimos cuya dedicación extendió su luz. Fueron los miles de desconocidos estudiantes serios, impresionados por las enseñanzas de O’Sensei, quienes ofrecieron la base viviente y el soporte para la alerta creciente en Aikido. Aquel O’Sensei trató a todos los estudiantes por igual y nos enseñó con una gran sinceridad que permanecerá siempre vívida en mi memoria. En abril 26 de 1969, el gran maestro Morihei Ueshiba completó su espacio natural de vida terrena. Ese mismo día el gobierno japonés le confirió el más estimado de muchos honores y condecoraciones, la Orden del Sagrado Tesoro, que sirvió para la fundación y para el desarrollo del Aikido.


El método del Aikido



El ki en el Aikido


El pictograma Kanji para la palabra ki o energía, representa una olla con arroz exudando vapor.
      El concepto del ki es equivalente al chino , el hinduista prana o el griego pneuma y se traduce generalmente como «energía vital» o por analogías adecuadas a los diferentes contextos encontrados dentro de la práctica, como "aliento", "intención" o "espíritu".
El Aikido trabaja con el concepto de ki awasé (来合わせ) o unión del ki de nage y de uke, ki awasé es asimismo la denominación de una serie de ejercicios en pareja con el bastón medio o , y con el de ki no musubi (気の結び), o conjunción del ki de ambos participantes. Se atribuye al maestro Kōichi Tōhei haber popularizado el uso del término a través de sus libros y conferencias y al maestro Morihiro Saito la práctica de ejercicios con sable para el Ki no Musubi.
El armónico fluir del ki en el cuerpo del aikidoka durante la realización de una técnica y la combinación del ki de ambos participantes, se consideran objetivos esenciales de la práctica del Aikido. El kiai es una exhalación sonora que es parte del fluir de la energía vital, la intención emocional durante la ejecución de una técnica. El kiai es igualmente usado asiduamente en las artes marciales del Kendo (esgrima japonesa) y en el Karate-Do ( método de esgrima corporal mediante golpes con las manos y con los pies).

Enfoque de la práctica


Aunque las técnicas del Aikido pueden usarse como defensa personal ante cualquier posible agresión (el Aikido es un arte marcial completo y eficaz, afirmó el maestro Kisshomaru Ueshiba); el fundador, el maestro Morihei Ueshiba no las creó solamente como parte de un método más de lucha cuerpo a cuerpo. Su intención fue desarrollar un arte marcial capaz de integrar a la persona en todos sus aspectos: físico, mental y espiritual.
Llegado el caso, el practicante buscará defenderse con proporcionalidad (dentro de lo indicado por la ley), con firmeza pero con serenidad, procurando mantener el respeto hacia sí mismo, impidiendo que la propia rabia o miedo lleguen a dominarle.
En el Aikido no se utiliza la palabra «enemigo»; se le dice oponente, compañero, o simplemente uke - la participación en la técnica por parte del uke se denomina "ukemi", que proviene del verbo japonés «ukeru» (「受ける」 recibir) -, pues mientras se entrena, si la mente ve un contrincante en la persona que realiza el ataque, el sentido competitivo impedirá una respuesta respetuosa hacia él. Por esto en la gran mayoría de estilos de Aikido no hay competiciones que enfrenten un aikidoka contra otro.
Nage (de lanzar, proyectar, el que lanza), llamado en algunas escuelas tori (defensor), o sea quien realiza la técnica, busca evitar que, por descuido, rabia o descontrol, se inflija más daño sin sentido al uke. Los practicantes deben ser conscientes de la responsabilidad que adquieren al aprender técnicas de origen marcial, muchas de ellas potencialmente letales para sus compañeros. La persona que entrena Aikido asume que desea cultivar sus capacidades para mejorar su calidad de vida, no para maltratar a quien se le ponga por delante.
Siendo de personas inteligentes saber apreciar lo que piensan o sienten los demás, un aikidoka nunca menospreciará a su oponente, pues él/ella/ellos le da la oportunidad de desarrollar su propio crecimiento personal. Se podría decir que uke es como un espejo, el estado físico y psíquico en el que se deja al compañero al acabar la técnica indicará en que estado estaba el nage. Dependiendo del grado de control que se tenga en el cuerpo y sobre las acciones, dependerán los resultados.
Entre aikidokas experimentados siempre surge la duda si la filosofía del Aikido es la que crea las técnicas, o es al revés; las técnicas llevan a la filosofía. Las dos razones son ciertas: al principio, cuando se accede al Aikido ignorando su espíritu, las técnicas hacen comprender que hay formas más armoniosas de defenderse que simplemente golpeando con saña al agresor. Con el tiempo, sin embargo se descubre que la persona no necesita, ni desea realmente hacer daño a los demás para protegerse, así que es una opción personal comportarse de forma violenta.
Se comprende que las técnicas de Aikido contienen el espíritu de la Paz, puesto que educa el instinto primario de la agresividad. Al conseguir llegar aquí, el aikidoka se esfuerza porque las técnicas contengan el grado máximo de armonía.
Otro aspecto relevante en la práctica de este Arte es el hecho de experimentar los dos papeles, atacante y defensor con el mismo ánimo, desde una perspectiva no solo de aprendizaje técnico, sino también como una experiencia que forma nuestro carácter. El papel de nage, no es más importante que el de uke, bien al contrario, se cree que si no desarrollamos primero la actitud de un uke que ataca de manera sincera, sin dudar, no se podrá llegar a ser unos buenos nage. Esto es así debido a la particular forma de las técnicas de Aikido, que buscan convencer antes que dominar, lo cual nos obliga a entender que le ocurre a uke cuando le realizamos una técnica.

El enfoque del aprendizaje

A diferencia de la gran mayoría de artes marciales tradicionales o modernas y deportes de combate, que buscan condicionar o mecanizar los diferentes gestos de defensa y ataque, el Aikido busca despertar nuestra conciencia reprogramándonos física, mental y emocionalmente hacia un proceso de continua creación.
El maestro Mitsugi Saotome afirma:
"El Aikido busca la educación de nuestro instinto agresivo".
Esto se logra entrenando nuestra percepción, desarrollando nuestra decisión, dando lugar a una ejecución/neutralización adecuada. Por esta razón se comienza por las tomas de muñeca, los agarres y retenciones, para dar lugar a los agarres en movimiento, a los ataques tipo te- gatana o de mano sable; luego en los grados intermedios, se da lugar a los ataques armados tradicionales (con el sable o "ken", puñal o "tanto", y con la lanza o bastón corto de madera, o "jo"), así como a los ataques ante múltiples oponentes. Y posteriormente, ya en los grados avanzados se permiten los ataques ante puñetazos, patadas, estrangulaciones así como sus combinaciones. Y finalmente se llega a las respuestas múltiples frente a uno o más oponentes armados o no. Todo dentro de un proceso circular de aprendizaje. Permitiendo así al practicante el acercarse a la "realidad" del conflicto desde el inicio de la práctica, de manera progresiva, segura y gradual.
Todas las etapas del aprendizaje, se realizan dentro del marco/ patrón cíclico de la metodología 'kaisen' o de observación - repetición - análisis - retroalimentación / corrección - ejecución - repetición, en búsqueda de un mejoramiento continuo, la cual es usada así mismo, en el marco de la enseñanza de las artes marciales japonesas tradicionales formativas o gendai budo. Como el kendo, el karate-do, el kobudo, el kyudo y el Judo.
Respecto a la táctica (desplazamientos y ubicación corporal respecto al opuesto(s); ésta es fundamental en el Aikido, pues se busca absorber y recanalizar la energía/inercia, mientras que a la vez se evita el/(los) ángulo(s) de ataque del opuesto por: anticipación, encuentro o anclaje, y/o dispersión. Dentro de círculos y espirales de movimiento conjunto.
Las técnicas del Aikido se desarrollan teniendo en cuenta los aspectos en común entre sí mismas, de manera simultánea con la táctica; además de aplicar un acondicionamiento físico diferente al estar basado en la relajación, la alineación corporal, el / los desequilibrio(s), los giros, las torsiones y extensiones, y la transferencia del peso corporal e impulso, además del desarrollo de una tono muscular dinámico muy específico. Logrando una fusión sincronizada de las trayectorias de ataque y defensa dentro de circuitos o trayectorias de movimiento horizontales, verticales o diagonales incluyendo movimientos en elipse, circulares y/o en espiral.
Ésta es la razón fundamental por la cual se califica y critica al Aikido como una disciplina demasiada sofisticada, demasiada suave, muy compleja, y poco práctica para aprender y aplicar a corto plazo, ya que es necesario el desarrollo de una gran percepción física y emocional, además de mucha práctica constante para aplicarlo efectivamente en situaciones de defensa personal; en comparación a los escasos requerimientos en materia de relajación, sensibilidad y percepción interna de varios de los deportes de contacto (los cuales hacen un mayor énfasis en la mecanización y adaptación de los movimientos basándose en el desarrollo de las capacidades físicas como: la fuerza, la rapidez, la resistencia o aguante, y la flexibilidad específica, y los límites respecto al tiempo y golpes permitidos incluidos en su reglamento; algunos ejemplos de estas disciplinas deportivas son: el boxeo, la lucha olímpica, el kickboxing, el full contact, y las artes marciales mixtas).

Las categorías de grados

Dentro del estilo de Aikido más conocido, difundido por la organización Aikikai, se mantiene el sistema de grados Kyu-Dan, heredado del Judo; comenzando por los grados kyu (desde el 8º al 1º kyu), y los grados Dan (desde el 1º hasta el 9 º Dan), siendo el 10.º Dan el grado máximo solo alcanzado por el maestro fundador. Si bien las escuelas más tradicionales en el Aikido, no utilizan cinturones de colores en los practicantes principiantes e intermedios (grados kyu) para indicar su nivel, esta si es una práctica generalizada en otras, especialmente aquellas que enseñan a niños.


Sistema de graduaciones según el Aikikai
Mudansha (Kyu)Niños (menores de 15 años)Grados de 8 a 6 kyu
Jóvenes y adultosGrados de 5 a 1 kyu
Yudansha (Dan)Fuku Shidoin (Instructor)Desde el grado de 1 Dan
Shidoin (Profesor)Desde el grado de 3 Dan
Sensei (maestro)Desde el grado de 4 Dan
Shihan (Maestro de maestros)Desde el grado de 6 Dan

Grados KYU según el Universal Aikido DEAMYDC (España)

El Departamento Español de Artes Marciales y Deportes de Contacto DEAMYDC es una entidad, la cual posee ámbito Nacional, estando registrado en ESPAÑA en el MINISTERIO DEL INTERIOR con el Nº de Registro Nacional 607.327. Tiene su propio orden de grados y códigos de color en los cinturones de los practicantes.
Los grados kyu son los grados más básicos del Aikido. Siguen una numeración inversa, por lo que un alumno que acabe de empezar a practicar Aikido, ostentará el 10º kyu, mientras que un alumno que esté a punto de obtener el cinturón negro (1º DAN) tendrá el 1º kyu. Aunque los grados fueron tomados asimismo del Kárate-Do japonés, el sistema por grados de cinturones fue implantado por primera vez en el Judo, a principios del siglo XX.
La disciplina Universal Aikido DEAMYDC (U.A.D.) del Departamento Español de Artes Marciales y Deportes de Contacto DEAMYDC, es una disciplina que ha unido diferentes estilos de Aikido como Aikido-budo, Yoseikan o Yoshinkan así como algunas disciplinas menos conocidas del Aikido para practicarlo universalmente.
En U.A.D. los cinturones ordenados de más inexperto a más experto son:

  • Cinturón blanco
  • Cinturón blanco-amarillo
  • Cinturón amarillo
  • Cinturón amarillo-naranja
  • Cinturón naranja
  • Cinturón naranja-verde
  • Cinturón verde
  • Cinturón verde-azul
  • Cinturón azul
  • Cinturón azul-marrón
  • Cinturón marrón
  • 1º KYU cinturón Negro-rojo (negro infantil -15 años)
  • 1º DAN - Negro
  • 2º KYU cinturón Negro-rojo (negro infantil -15 años)
  • 2º DAN - Negro
  • 3º KYU cinturón Negro-rojo (negro infantil -15 años)
  • 3º DAN - Negro
  • 4º DAN - Negro
  • 5º DAN - Negro
  • 6º DAN - Negro (Grado honorífico)
  • 7º DAN - Negro (Grado honorífico)
  • 8º DAN - Negro (Grado honorífico)
  • 9º DAN - Negro (Grado honorífico Master)

Estilos y variantes

Como en el caso de otras artes marciales tradicionales, como el Karate-Do, donde se dieron varias divisiones estilísticas y/o políticas. El Aikido no es ajeno a las diferencias de opinión. Con el transcurso del tiempo, diversos maestros y alumnos de O- sensei Morihei Ueshiba siguieron su propio camino, cultivaron estilos propios y se orientaron hacia metas diferentes, como el enfoque deportivo, la defensa personal, la práctica con armas tradicionales, la integración conceptual, los puntos en común con otras artes marciales tradicionales japonesas o gendai budo, el desarrollo del ki, el mejoramiento personal, y hasta el trabajo con discapacitados físicos.

Las principales escuelas de Aikido y sus respectivos fundadores son actualmente:
EstiloFundador
AikikaiKisshomaru Ueshiba (1921–1999).
Iwama RyuMorihiro Saito (1928–2002).
shin-shin-tōitsu-aikidokai o ki aikidoKōichi Tōhei (*1920 -2011).
shodokan o tomiki aikidoKenji Tomiki (1900–1979).
tendoryuKenji Shimizu (*1940).
yoseikan o yoseika budo, o Aikijujutsu YoseikanMinoru Mochizuki (1907–2003).
kishintaiAlejandro Bosch (1946 -).
yoshinkanGozo Shioda (1915–1994).
Kokusai Aikidō Kenshūkai Kobayashi Hirokazu HaHirokazu Kobayashi (1929-1998).
aikido keitenkaiMichio Kanai (1940-2013).
aiki kokyu kanMitzuo Kozono (1957-).
aiki-zenShibucho H. Véliz (1951-).
Aikido NishioShoji Nishio (1927–2005).

La etiqueta en el Aikido

La práctica de la etiqueta se denomina reiho y está muy vinculada a las normas de cortesía japonesas así como a la profunda vocación espiritual de su creador, Morihei Ueshiba.
Al igual que las prácticas, la observancia de la etiqueta varía entre las diferentes escuelas, siendo en algunas muy estricta y en otras casi inexistente más que en algunas formalidades.
El propósito de las normas de etiqueta no es sólo formal, su razón fundamental es la de crear y mantener un estado de ánimo concentrado y una disciplina acorde.

Formas de saludos

Seiza

En una correcta posición de seiza (sentado de rodillas), el practicante se sienta sobre sus talones, el dedo gordo del pie derecho puede cruzarse levemente por encima del izquierdo, pero no se cruzan los empeines de los pies. La espalda debe estar erguida, las rodillas ligeramente separadas, aproximadamente la anchura de tres puños. Ambas manos han de descansar levemente sobre los muslos. Las mujeres mantienen las rodillas juntas.

Seiza rei

Reverencia de rodillas en seiza. Un correcto seiza rei se realiza apoyando primero la mano derecha con la palma hacia abajo por delante de la cara sobre el tatami, luego se apoya la izquierda con el dedo índice y el pulgar tocando ligeramente los de la otra mano. Ambas manos forman así un espacio triangular entre ellas. Luego se dobla la espalda hacia delante hasta que la nariz ocupe el centro del espacio triangular que se ha creado con las manos. Luego se recoge primero la mano izquierda y seguidamente la derecha volviéndolas a su posición.
El Seiza rei ante el kamiza, o santuario frontal, marca el inicio formal de la práctica. En la mayoría de las escuelas, antes de comenzar la práctica y al terminar la misma, se realiza la forma tradicional de la religión Omoto, de la cual Morihei Ueshiba era devoto, que consiste en dos inclinaciones, dos palmadas, y una tercera inclinación. En este caso las manos se mantienen con las palmas juntas. La mirada debe dirigirse hacia el tatami.
Antes de iniciar un ejercicio, se saluda al compañero en seiza, en este caso, la reverencia no es tan abajo como ante el kamiza, y la mirada se dirige al frente, prestando atención a los movimientos del compañero.

Ritsu rei

Reverencia de pie ante el kamiza. Se realiza cuando se ingresa o se regresa del tatami. En posición erguida con los pies levemente separados, aunque en paralelo, las manos extendidas a los costados, se inclina un poco la cabeza y el torso superior, la vista hacia el tatami.
Es un saludo más frecuente que el Seiza rei al iniciar un ejercicio con un compañero, el ángulo de inclinación es menor que ante el kamiza, y la mirada se dirige al frente, prestando atención a los movimientos del compañero.

Tatehiza (Zaho)

Es una posición intermedia antes de sentarse en seiza. Se aplica, por ejemplo, cuando oficiando de uke en una demostración del sensei, éste la detiene para realizar una explicación. Esta posición permite incorporarse rápidamente.
Se retrasa un poco el pie izquierdo, y se flexionan ambas piernas hasta apoyar la rodilla izquierda en el tatami, con los dedos del pie doblados en contacto con el tatami. El pie y rodilla izquierda hacen la base de un triángulo y el pie derecho su vértice opuesto. Se juntan ambos pies y se baja la cadera hasta reposar en el talón izquierdo. Las manos reposan en los muslos.

Etiqueta durante la práctica

Inicio de la práctica

Los kohai, o practicantes de grados kyu deben ingresar al tatami con tiempo antes del sensei, maestro. Cuando el sensei ingresa al tatami, los practicantes ya se encuentran sentados en seiza, mirando al kamiza, ordenados del más antiguo al más nuevo de derecha a izquierda y de adelante hacia atrás.
En algunas escuelas el sempai, o practicante más antiguo (generalmente con el grado de 1 kyu), se ubica de primero por la derecha en la fila. El sensei se ubica en seiza al frente, luego gira por su izquierda hacia el kamiza y todos realizan el seiza rei.
El sensei vuelve a girar hacia la clase y, con un seiza rei pronuncia un saludo de comienzo, por lo general «onegaishimasu»: por favor. Los practicantes responden del mismo modo. Luego el sensei indica ponerse de pie para comenzar la clase. En algunos casos el saludo lo dirige el sempai desde la derecha del tatami.

Durante la práctica

Se practica en silencio y concentración, evitando bromas y comentarios.
El practicante escucha las explicaciones del sensei con atención, evitando distraerse acomodándose la ropa, secándose la transpiración, etc.
Un practicante no corrige ni da indicaciones a su compañero, mucho menos si este es más antiguo que él, solamente realiza su práctica lo mejor posible para que el compañero aprenda.

Finalización de la práctica

A indicación del sensei, los practicantes se sientan en seiza, mirando al kamiza, ordenados del más antiguo al más nuevo de derecha a izquierda y de adelante hacia atrás. El sensei se ubica en seiza al frente, luego gira por su izquierda hacia el kamiza y todos realizan el seiza rei.
El sensei vuelve a girar hacia la clase y, con un seiza rei pronuncia un saludo de agradecimiento, por lo general «domo arigato gozaimasu» (Muchas gracias). Los practicantes responden del mismo modo. Luego el sensei indica ponerse de pie para dar por terminada la clase. Los practicantes se ponen de pie en orden, primero el más antiguo, y así hasta el más nuevo.

Etiqueta en la práctica con armas

Al ingresar al tatami con jo o bokken, se saluda con ritsu rei, o tachi rei, presentando el buki —arma— al kamiza con ambas manos mientras se realiza la reverencia. Hasta tanto comienza la práctica, el jo se mantiene en la mano derecha pegado a la parte posterior del brazo. Si se trata de bokken se lo mantiene en la mano derecha con el filo —el lado convexo—, hacia arriba y la punta hacia atrás.
Al comenzar la clase con jo o bokken, todos se ubican en Seiza como en la clase normal, con el jo o bokken a la derecha. Si se trata de un bokken se ubica con el filo hacia el practicante y la punta hacia atrás. Antes del saludo inicial al kamiza, se ubica el buki en forma horizontal paralelo a las rodillas delante de cada uno y bastante alejado como señal de respeto y confianza, si es un bokken con el filo hacia el practicante.
Cuando el sensei gira por su izquierda hacia el kamiza, toma su jo o bokken con la mano derecha, llevándolo consigo, para ubicarlo al frente. Luego del saludo, el sensei gira por su derecha tomando el jo o bokken con la mano derecha y llevándolo consigo, para volverlo a dejar a su derecha antes del saludo a la clase.
Al entregar el jo a otro compañero siempre se hace ofreciéndolo con ambas manos. Para entregar el bokken a otro compañero, lo hace sujetándolo con la mano derecha ofreciendo el mango o tsuka.
Al finalizar la clase se procede de la misma manera para el saludo final.


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